RIVALIDAD
ENTRE MICROSOFT Y APPLE
La tecnología ha cambiado al
mundo. Las ideas brillantes necesitan ejecutores igual de virtuosos, capaces de
tomar decisiones adecuadas en el momento justo. En un sector donde la
innovación está vinculada al éxito comercial, las empresas no se pueden
permitir errores, mucho menos caer en confianzas excesivas mientras los
competidores trabajan en sus garajes o dentro de las grandes multinacionales.
El triunfo de los gigantes
tecnológicos puede quedar obsoleto con la misma velocidad que los productos que
ofertan. Lo anterior, son lecciones que Apple y Microsoft han aprendido con el
paso de los años.
La rivalidad entre las
grandes compañías norteamericanas data de la década de los 80 y se encuentra
anclada en dos de los hombres que revolucionaron la informática doméstica,
entregando al mundo herramientas que posibilitaron el desarrollo en diferentes
áreas. Aunque bien es cierto que la industria había florecido tarde o temprano
sin la intervención de los dos gurús tecnológicos, el éxito en este sector se
atribuye a quien aprovecha las oportunidades y defiende las posiciones ganadas.
Steve Jobs y Bill Gates
protagonizaron episodios realmente significativos dentro de la industria
tecnológica, principalmente, porque cada uno de ellos reflejó de diferente
manera su liderazgo y marcó el camino que seguirían Apple Inc. y Microsoft
Corp., respectivamente. Sin lugar a dudas, dos de las empresas emblema que
aceleraron la llegada de los computadores personales a los hogares y centros de
negocios.
En primera instancia, el
choque de culturas empresariales es un aspecto que resalta desde cualquier
punto de vista, confrontando dos posturas diametralmente opuestas en la forma
de entender las necesidades del mercado, los procesos productivos y las
estrategias de comercialización. Mientras Apple heredó la visión artística de
Steve Jobs, fallecido el 5 de octubre de 2011, Microsoft implementa una cultura
centrada en los desarrolladores, quienes figuran como los verdaderos genios
capaces de revolucionar el mundo.
Fuente:http://www.sexenio.com.mx/articulo.php?id=40076
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